Los estereotipos de belleza nos rodean desde la infancia, moldeando cómo nos vemos y cómo nos sentimos. Nos enseñan que hay cuerpos “correctos” y otros que deben cambiarse, esconderse o corregirse.
Pero la belleza no es una talla, ni una piel sin marcas, ni una edad.
Es diversidad, autenticidad y libertad.
Desafiar los estándares impuestos es también luchar contra una forma de violencia simbólica que afecta nuestra autoestima, salud mental y relaciones.
Hoy te invitamos a mirar tu cuerpo con amor, a cuestionar modelos que nos imponen y a celebrar la belleza que habita en lo genuino.
